¿Se puede crear un mundo nuevo en algo ya hecho? ¿Se puede contar otra historia en la misma historia? Sí. Se puede. Se puede cerrar una escena de una foto y dar vitalidad a ese momento que queda guardado para siempre luego de que la cámara lo retenga. Así Luis Paredes y Laura “China” Lencina, formaron Paredes Chinas. Una muestra que hace dos años anda por Córdoba y que tiene su lugar en Cuatrociencia.
“Yo subía fotos al Facebook y él lo miraba, porque teníamos un amigo en común. Un día me escribe. Él decía que yo dejaba abiertas las escenas de las fotos, entonces él, me pidió intervenirlas. Me gustó la idea. Me escribió, le mande una foto, la intervino y la subimos”, comenta “China”, quien continúa la historia.
Bendiciones de las redes sociales, la relación siguió por internet hasta el sexto mes, cuando ellos se vieron por primera vez. “Tenía miedo que se perdiera la magia”, comenta Lencina, mientras que deja entrever para entendidos y no tanto, de que la magia se profundizó a partir de allí. La magia de la amistad, de la creación, del humor, del arte.
Una nena va a dibujar un pescador en una foto que tiene como protagonista un vaso con agua. Allí va a sentar al hombre que busca los peces en el agua. Una mujer pone una frase acerca de lo que se ve, el vaso medio lleno y medio vacío. Todos con fibrones en mano, intervienen como lo hizo Paredes alguna vez. Esa vez que quiso contar desde un dibujo que decía algo, en una foto que contaba otra cosa, una nueva historia. Sin parámetros, sin reglas. Así, mostrando que “no es un trabajo, no es nada serio ni formal”.
La perfección…
El arte del dibujo y de la foto, se mezcla con la ciencia. Esa que puede explicar el funcionamiento de una cámara y la evolución de elementos para dibujar. En el lugar de la ciencia, el freno para reír, lo explica Laura: “Desestructura la muestra. La gente viene acá y crea su propia realidad paralela. Por más que pueda ser un experimento antropológico, y muchos caigan en la misma figura, todos tienen algo que contar”.
“No forzamos nada, sale. Hay meses en los que no hacemos muchas cosas. La idea es que salga” cuenta ella, quien sabe cómo es esto. Al igual que una foto, en el momento justo se hace Paredes Chinas. La creación es saber qué decir en ese instante, como cuando ella sabe adónde enfocar su cámara.
La entrevista fue una risa constante, en una muestra que saca sonrisas desde el arte. “Yo no sé hacer lo que él hace, y viceversa. Es algo que no se mezcla ni se va a mezclar. Somos dos nenes divirtiéndonos”, finaliza “China”. Y al final nos quedamos pensando: Eso puede ser la perfección, ¿porqué no?