Jugar con la ciencia

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Un espacio predilecto, especial y sumamente convocante de Cuatrociencia es el Laboratorio Abierto. No es casualidad, porque allí la ciencia está expresada en su versión más lúdica, sin el traje formal y acartonado que muchas veces se le pone. Por eso atrae más a los más chicos, ya que a través de un simple aparato o un juego con ingredientes de cocina pueden conocer secretos que la materia esconde, y que la ciencia alguna vez descubrió.

En el Laboratorio se puede encontrar de todo un poco. Está organizado en tres espacios, dos para la Física y uno para la Química, éste último con actividades diarias y rotativas.

Hay un par de generadores de van de Graff para erizar los pelos de los visitantes. Con solo apoyar las manos en la pelota plateada, nuestros pelos se paran como los de un gato asustado ya que el generador acumula electrones en el extremo. La esfera de metal, por ser de un material conductor, genera un campo eléctrico muy intenso y al tocar con las manos nos transfiere la electricidad que eriza nuestro cabello.

Además nos podemos poner a jugar con espejos que, ubicados dentro de una caja en posiciones estratégicas, nos hacen ver pelotas que no están. Las vemos, pero no existen. O podemos comprobar con un simple experimento cómo puede actuar la presión atmosférica en un tablita que golpeamos, pero al tener un nylon mojado y pegado a la madera, por el efecto del vacío que se genera, resiste la fuerza que le ejercemos.

Si se sigue el recorrido, se pueden ven más aparatos y objetos divertidos: un cubo de acrílico hueco que contiene raspadura de hierro y glicerina. Al atravesarle un imán al cubo (que tiene un hueco para tal fin) las partículas se alinean con el imán, pero en sus polos, porque allí hay más intensidad. Es una forma sencilla de explicar qué es y cómo funciona un campo magnético.

 

La química nuestra de todos los días

“Queremos hacer entender a la gente que la Química está en toda nuestra vida. Estamos inmersos en el mundo de la Química, participa en todo nuestro mundo y en el funcionamiento biológico”, señalan los becarios a cargo del Laboratorio Abierto de Cuatrociencia.

Los expositores explican los cambios y mutaciones que sufre la materia a escala nano (1 nanómetro es la millonésima parte de 1 milímetro). Una bacteria o un trozo de metal en estas dimensiones tienen comportamientos extraños, y en Cuatrociencia se pueden descubrir.

El laboratorio Quimi-cómico, es otra propuesta atractiva. Con distintas reacciones de sustancias se cautiva a niños y grandes, por el efecto anti intuitivo en el público que genera los experimentos científicos.

 

La ciencia en la cocina

Otro ámbito muy conocido de asociación con la ciencia y la química en particular, es la gastronomía. En el laboratorio se experimenta cómo incorporando bicarbonato de sodio y vinagre en un tubo de ensayo, se produce una reacción y genera una efervescencia (un gas). A esto se le agrega un colorante y después se baña una pelota de naftalina, que empieza a subir y bajar en tubo por las reacciones químicas. Hay juegos para experimentar cambios de color sucedidos por fenómenos químicos, por ejemplo, con el arroz, al cual le agregan una solución con yoduro y potasio que vuelve a este alimento de color azul.

También, se pone a prueba el llamado “fluido no newtoneano”, donde no funcionan los objetos como estamos acostumbrados. Se realiza con harina de maíz (más conocia por maizena) que mezclada con agua se comporta como un material sólid si se le ejerce fuerza; y cuando se la quitamos, vuelve a funcionar como un líquido. Esto se explica por la conformación molecular de la harina de maíz, la cual tiene una molécula que se llama amilasa, que transforma a la materia líquida en algo duro cuando la apretamos.

En el recetario científico hay otro juego divertido y significante. Nos piden que pongamos un huevo en un vaso de vinagre y lo dejemos reposar por algunos días. Después de algunas largas horas, nuestro huevo crudo comienza a perder su cáscara, se desintegra. ¿Magia? No, ciencia. Es un ejemplo de reacción química lenta. El gas, con forma de burbuja, comienza a liberarse. Es dióxido de carbono que se escapa por la descomposición de la sal que forma parte de la cáscara. La clara se desnaturaliza y nuestro huevo se parecerá a una pelota de goma con una yema transparentada.

Cocina, nanoexperimentos y reacciones físicas. Todo en un solo espacio. La ciencia, al fin y al cabo, también puede ser un juego.


 

Un comentario en “Jugar con la ciencia

  1. Patricia

    Hola gente de Cuatrociencias, soy  docente de primaria del interior de Cba y  visité la muestra ¡Es fantástica, felicitaciones! Sería genial que fuera itinerante así nuestros  alumnos podrían disfrutar de experiencias tan enriquecedoras. Les solicito si me pueden enviar experimentos que realizan, están muy buenos. Gracias y saludos cordiales.

                                                                           Patri

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